Es posible que alguna vez hayas visto anunciar diferentes sérums o cremas y que pienses que sirven para más o menos lo mismo, pero nada más lejos de la realidad. Por eso, es tan importante saber cuáles son las diferencias entre el sérum y la crema.
Hay quienes piensan que son dos productos iguales con diferentes nombres, otros que no saben cuál elegir porque no entienden qué propiedades tiene cada producto, ¿qué es lo que te ocurre a ti? Si no sabes las diferencias entonces sigue leyendo para que entiendas mejor.
Quizá creas que son dos productos que se deben utilizar juntos para que sean más efectivos. Si tienes tantas dudas sobre estos dos productos diferentes, a continuación vas a poder encontrar las respuestas que estás buscando.
Esto es importante porque una vez que sepas cuáles son las diferencias entre el sérum y la crema podrás escoger el producto que mejor se adapte a ti y a tus necesidades dérmicas. Podrás escoger con criterio cuál es el que puede ir mejor a tus rutinas diarias de cuidado facial.
Textura
La textura entre la crema y el sérum nada tiene que ver. El sérum tiene una fórmula que permite que su textura sea acuosa, muy ligera y nada espesa. Es buena opción porque se absorbe rápidamente y no deja sensación grasa en ningún momento.
Por otra parte, las cremas suelen tener una textura más oleosa o espesa por los componentes que tienen que suelen ser más grasosos. También tarda más en absorberse por la piel.
La textura del sérum se trabaja más fácilmente porque solo hay que darle unos pequeños toques para que penetre en la dermis. En cambio, la crema necesita pequeños masajes y trabajar más la sustancia para que se absorba y se extienda correctamente.
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Los ingredientes
El sérum contiene partículas pequeñas y menos ingredientes en su composición. Esto hace que tenga una concentración muy alta de sus principios activos que penetrarán en las capas más profundas de la dermis.
En cambio, las cremas no penetran con tanta facilidad en las subcapas de la dermis, de hecho se pueden quedar en la superficie dérmica.
Además, el sérum debe aplicarse en cantidades muy pequeñas, con tres o cuatro gotas es más que suficiente para poder trabajar la zona del rostro, del cuello y del escote. Su efecto suele ser instantáneo y para efectos más duraderos se debe usar de manera prolongada en el tiempo.
Por otra parte, las cremas necesitan más cantidad de producto para poder extenderse correctamente y que de esta manera, se pueda absorber bien a través de masajes circulares que se realizan con la yema de los dedos.
La función
Cada uno de estos productos tienen ingredientes diferentes y por eso, también actúan de maneras que nada tiene que ver una con la otra. Los objetivos de cada producto son diferentes y esto es importante saberlo antes de aplicarlo en tu dermis.
En el caso del sérum nutre y la crema es hidratante. Cuando lo que se quiere es trabajar unos objetivos muy claros y concretos en la dermis facial, se suele recurrir al sérum porque de esta manera es más efectivo y se consiguen los resultados antes.
En cambio, si lo que necesitas es tan solo una hidratación extra, entonces es mejor usar únicamente una crema hidratante que proteja la dermis. Son más económicas porque no son tan eficaces como lo es el sérum ya que tiene una fórmula mucho más completa y concentrada.
La forma de aplicarlo
Como su fórmula es diferente y su textura también la forma de aplicarlo también diferirá. En este sentido, el sérum se debe aplicar antes de la crema y la crema se aplicará siempre esperando a que el sérum se haya absorbido por completo.
Es necesario tener en cuenta que el sérum no contiene protector solar, por lo que si lo utilizas por la mañana y luego sales a la calle, será necesario que te apliques una crema con protección solar para que de esta manera tu piel esté protegida.
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Cuando se escoge el producto
Cuando se escoge un sérum se hace en base a los objetivos que se quieren conseguir, en cambio, al escoger una crema siempre se deberá tener en cuenta el tipo de piel que tengas.
Además, es muy importante que tanto uno como otro producto, contengan ingredientes naturales, que no contengan parabenos y los conservantes estén reducidos al mínimo y si son de origen natural, mejor.
En este sentido, para escoger el sérum, su composición corresponderá con lo que quieras conseguir, con los resultados que quieras obtener tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, para escoger la mejor crema piensa si tienes la piel grasa, seca o sensible, por ejemplo.
Así, la elección del sérum y su composición se corresponde con el efecto final que queremos conseguir. Por el contrario, sabemos que la elección correcta de la crema hidratante dependerá de tu fototipo de piel y su composición, basculando el equilibrio (grasa/agua) entre las características finales de la emulsión por la que optemos.
El precio
El precio de cada uno de estos productos difiere mucho. Los sérums son más caros debido a su composición y los ingredientes de alta calidad. Tienen pocos pero están más concentrados por lo que al ser más eficaz, su precio se eleva considerablemente.
Por otra parte, las cremas suelen tener más ingredientes y suelen tener una menor concentración por lo que su precio es menor por este motivo.
Cuando uses el sérum necesitarás menos cantidad de sustancia puesto que sus principios activos están altamente concentrados, por lo que, aunque sea más caro que una crema, puede cundir igual o incluso más.
¿Cuál es mejor para utilizar en tus rutinas de cuidado facial?
En realidad, no tiene que ser uno u otro… Los dos se pueden complementar. Puedes usar el sérum en primer lugar, y después cuando ya se haya absorbido, aplicar la crema. En este sentido, no tienes que renunciar uno por usar otro, ¡los dos se complementan de maravilla!
Son dos productos diferentes que actúan mejor cuando se combinan y se utilizan en la rutina de cuidado facial. Lo importante es saber cómo utilizarlo correctamente para que de esta manera, puedan potenciarse entre ambos.
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¿Cuáles son las diferencias?
Llegados a este punto, es más que probable que ya hayas empezado a intuir cuáles son las diferencias que hay entre los productos que te hemos mencionado, pero vamos a resumírtelo un poco más para que lo entiendas mejor.
Aunque sean complementarios son diferentes y para que tu piel luzca estupendamente es necesario saber bien cuáles son sus diferencias y tenerlo claro en cada momento. De esta manera podrás aplicar los productos de una manera mucho más eficaz. Ç
El sérum
El sérum tiene una fórmula más fluida y una textura más ligera. Tiene concentración de ingredientes y principios activos mucho más elevados por cada gota de sustancia.
Esto hará que su eficacia sea mucho mayor. Con tan solo 3 o 4 gotas es capaz de realizar un trabajo instantáneo y profundo incluso en las capas más profundas de tu dermis. Por lo tanto, sus características más importantes a recordar son:
- Se absorbe muy rápidamente
- Repara de manera profunda
- Tiene una alta concentración de sus ingredientes y principios activos
- Tiene pocos ingredientes pero altamente concentrados
- Tiene objetivos y funcionalidades muy específicos
- Nutre, no solo hidrata
- Cuando se usa antes de una crema facial es aún más potente
Cremas
Las cremas por otra parte, son muy hidratantes. Esto es así porque tienen ingredientes que tienen este objetivo para la dermis y suelen tener un componente graso (no como el sérum que es acuoso).
¿Cómo se deben usar correctamente?
Una vez que ya sabes cuáles son las diferencias entre ambos productos y sabes pueden ser complementarios, entonces ha llegado el momento de saber cómo aplicarlo correctamente para que se potencien sus activos mutuamente.
- Para ello, tendrás que crearte una rutina diaria de cuidado facial. Para ello:
- Lava tu rostro y que quede limpio y seco
- Usa solo tres o cuatro gotas
- Aplica tu sérum evitando el contacto con los dos o los labios
- Aplícalo con toques suaves para ayuda a que penetre la sustancia
- Espera que se absorba por completo
- Aplica tu crema habitual para el cuidado facial
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¿Puedo dejar de lado a las cremas si uso sérum?
Como te hemos avanzado más arriba, el uso de estos productos son complementarios y no es buena idea usar solo el sérum sin aplicar después una crema hidratante ya que entonces, dejarías a tu dermis desprotegida.
De esta manera, con ambos productos: reparas, proteges, nutres y también hidratas en profundidad.
Ahora que ya sabes cuáles son las diferencias entre el sérum y la crema, ya has entendido cómo es cada uno de estos productos y que usarlos juntos, es mejor que usarlos por separado. ¡No te arrepentirás!